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ENFOQUES DE LA ENSEÑANZA

 

Enfoques de la enseñanza

A partir de la lectura de los autores Soltis y Fenstermacher se realiza el siguiente ensayo dedicado al estudio de los ENFOQUES DE LA ENSEÑANZA.

 

INTRODUCCÓN

Los autores Gary Fenstermacher y Jonas Soltis nos presentan tres maneras de entender la enseñanza mediante el perfil de tres docentes muy distintos entre sí pero eficaces.
El primer docente contribuye a la educación dando a los niños tanto un conjunto de habilidades básicas que sean útiles durante toda la vida como un conocimiento de la disciplina específica que permita progresar con éxito. Los materiales curriculares deben ser organizados, sistemáticos, secuenciados lógicamente, progresivos lo que contribuye a un fácil seguimiento por parte de los alumnos. Cada nuevo aprendizaje se construye sobre el anterior y conduce al siguiente. Apela a evaluaciones no intimidantes. Este docente se caracteriza por ser muy eficaz y productivo. Mediante sus métodos los alumnos tienen una sensación de realización y en sus clases hay un espíritu de "poder hacer". Es docente que dirige y conduce la clase con entusiasmo y éxito
Estas características reflejan el enfoque ejecutivo que ve al docente como un ejecutor, encargado de producir ciertos aprendizajes utilizando las mejores habilidades o técnicas disponibles. Los materiales curriculares cuidadosamente elaborados proporcionan al docente las técnicas y conocimientos necesarios para gobernar la clase y producir el aprendizaje.

El segundo docente cree que la educación puede dar una perspectiva sobre sí mismos. Enseña para que el conocimiento sea conectado con la experiencia de vida. Los estudiantes eligen los materiales que tratan temas de su interés. No existe un curriculum prefijado. Las discusiones de aula son diálogos en los que se comparten experiencias, perspectivas y valores junto al docente. A través de estas interacciones el docente demuestra su interés por los alumnos y la materia. La particularidad de las clases de este docente caracterizan el enfoque terapeuta que muestran al docente como una persona empática que ayuda a sus alumnos en su crecimiento personal y a desarrollar confianza y aceptación de sí mismos. Esto ayuda a los estudiantes a desarrollarse como personas auténticas mediante experiencias educativas.

El tercer docente proporciona a las clases un ambiente de calma y respeto por las diferencias culturales. Cree que la educación debería ser una iniciación a los diferentes tipos de información. Trata a los alumnos como a personas capaces de pensar y de formarse ideas y opiniones válidas las cuales están respaldadas por datos. Los alumnos buscan materiales y fuentes, generan hipótesis y comprueban sus interpretaciones. Sus metodologías liberadoras de la mente del individuo que promueven humanos morales, racionales, entendidos e íntegros describen el enfoque liberador.

ENFOQUE DEL EJECUTIVO

Los autores Soltis y Fenstermacher nos presentan el enfoque del ejecutivo afirmando que las aulas son lugares complejos en donde conviven entre veinticinco a treinta alumnos con una o dos personas adultas.

La tarea de conducir una clase no es sencilla. Primero el docente debe determinar qué  es lo que hay que enseñar (las guías curriculares pueden ser útiles). Luego debe establecer si los alumnos que asisten a su clase están capacitados para aprender lo que está prescripto para ellos mediante el desarrollo de un diagnóstico. El resultado de este material le indica al docente si los estudiantes están preparados para aprender el material que el docente les desea presentar.

De acuerdo a los autores esta es sólo la etapa de planificación. Por bien trazado que esté un plan, siempre se dan situaciones que imponen alguna modificación. En la tarea del docente, uno toma permanentemente decisiones sobre los estudiantes, el material y el éxito o el fracaso de sus esfuerzos.

Toda esta complejidad exige una cuidadosa planificación, una acción basada en el plan, una evaluación de seguimiento, revisión de los planes y un esfuerzo educativo. Estas son las cosas que hacen los ejecutivos. Planifican, ejecutan el plan, evalúan esfuerzos, luego hacen una revisión y vuelven a actuar. Los ejecutivos, por lo general, manejan personas y recursos.

La tarea de enseñar parecía bien sencilla: simplemente poner a un grupo de jóvenes en un salón, presentarles una clase y punto. El profesor regresaba a casa con la satisfacción del deber cumplido. Esta perspectiva prevaleció durante buena parte del siglo pasado y parte del actual. Los investigadores comenzaron a estudiar las situaciones reales que se viven en el aula.

A partir de dichas investigaciones quedó claro que los docentes eran algo más que expertos en sus materias que contaban con interesantes estrategias para inculcar las materias a sus alumnos. Algunos investigadores (como David Berliner) pensaron que la metáfora del ejecutivo era exacta y útil para llegar a comprender el trabajo de un docente. De los primeros estudios sobre la docencia surgió algo más. Independientemente del nivel del curso, de la naturaleza de los alumnos, de la cultura de la escuela, ciertas prácticas parecían estar asociadas con logros en el rendimiento estudiantil, en tanto que otras prácticas de enseñanza no tenían relación con el dominio del contenido que alcanzaban los alumnos.

Cuando comenzaron los estudios sobre el empleo del tiempo educativo todavía no se había elaborado el concepto de pactos profesor-alumno. La ausencia de trabajo académico era lo suficientemente notable para alertar a los investigadores sobre la importancia de la variable tiempo en el aprendizaje de los alumnos. En general los estudiantes aprenden lo que estudian y la cantidad de lo que aprenden está determinada en gran medida por la cantidad de tiempo que dedican a ese estudio.

Los investigadores del BTES (Beginning Teacher Evaluation Study) hicieron la distinción entre el tiempo asignado y el tiempo empleado. El tiempo asignado es la cantidad de tiempo que el maestro o escuela estipula que debe dedicarse al estudio de determinado tema. El tiempo empleado es aquel durante el cual un estudiante dado realmente trabaja el tema.

La cantidad de tiempo que se le asigne a una materia marca una tremenda diferencia en la oportunidad de aprender de los alumnos. La variación en el tiempo asignado no fue lo que llamó la atención de investigadores. La gran sorpresa estuvo en el tiempo empleado.

Si, en general, los estudiantes aprenden el contenido de una materia sólo si lo estudian y la cantidad de ese aprendizaje está directamente relacionada con la cantidad de tiempo dedicada el estudio, luego, a fin de aprender bien algo es necesario dedicarle una cantidad considerable de tiempo.

Las características de este enfoque resultaron ser las siguientes:

Los investigadores descubrieron que los docentes tienen muchas maneras de aumentar el tiempo de aprendizaje. Estas aptitudes se consideran habilidades genéricas de enseñanza porque parecen no tener ninguna relación con los antecedentes tales como características raciales o medio familiar, ni con la materia que se enseña, ni con la naturaleza de la situación escolar. Se ve al docente como gerente de los tiempos de la clase, persona que toma decisiones respecto a la distribución del tiempo de los estudiantes dentro del aula. El tiempo empleado en el trabajo académico no es el único aspecto en el que insiste el enfoque ejecutivo de la enseñanza. También se identificaron otros tres elementos: las indicaciones (son como mapas y carteles de señales que el docente utiliza para alertar a sus alumnos sobre lo que hay que aprender y el modo de alcanzar ese aprendizaje, la retroalimentación evaluativa (mediante la cual los docentes corrigen rápidamente los errores tanto de las tareas escritas como de las orales) y el esfuerzo (elemento tan vigoroso como una técnica de enseñanza, aunque su buen empleo requiere experiencia e intuición).

Otro aspecto del enfoque ejecutivo se conoce como oportunidad de aprender: dar a los estudiantes la posibilidad de aprender lo que se les enseña. Las aptitudes ejecutivas incluyen técnicas de manejo del tiempo, la adecuación del contenido enseñado a lo que miden las pruebas y el ofrecimiento de suficientes oportunidades de aprender.

El propósito de esta actividad es que los estudiantes adquieran el conocimiento específico comunicado por el profesor. El docente utiliza ciertas aptitudes organizacionales y de manejo para impartir a los estudiantes datos específicos, conceptos, habilidades e ideas a fin de que tengan más posibilidades de adquirir y retener esos conocimientos.

Este enfoque ha recibido ciertas críticas por otra parte. El educador se parece a un gerente de una línea de producción: los estudiantes entran a la fábrica como materia prima y de algún modo se los ensambla en forma de personas. Al parecer el profesor no está dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje. Él regula todo desde afuera (contenidos y actividades).

Este enfoque pone particular atención en la tarea, el cumplimiento del deber, la obtención de resultados y la responsabilidad por no lograr una buena producción.

El valor del enfoque ejecutivo se basa en que suministra medios muy claros y directos para trasladar algún conocimiento específico a la mente del alumno. La eficacia del profesor se refiere a la capacidad que tiene un docente en el aula de producir resultados que se sitúen por encima de los previstos en los tests estandarizados de rendimiento.

Los autores nos presentan luego el Informe Coleman (llamado así debido a que James Coleman dirigió un estudio sobre equidad en las oportunidades educativas entre varios grupos raciales y étnicos encargado por el Congreso). Su propósito fue examinar la relación entre los diversos factores y los logros educativos. Coleman comprobó que la cantidad de dinero gastada en las escuelas no parecía marcar una gran diferencia en los logros de los alumnos. Lo que generaba diferencias eran los antecedentes de los estudiantes. El medio del estudiante influía mucho más en los logros educativos que la igualdad en los elementos físicos de la escuela, la riqueza de sus curricula o la preparación de sus profesores.

Los investigadores entendían la enseñanza como un conjunto discreto de conductas y trataron de establecer si los diferentes conjuntos de conductas se relacionaban con los diferentes niveles de aprendizaje que alcanzaban los alumnos. Los datos recolectados de investigaciones permitieron a los investigadores buscar una respuesta directamente en las aulas. Descubrieron que existen conductas instruccionales que se asocian más frecuentemente que otras a logros elevados en el rendimiento de los estudiantes.

Este enfoque puede considerarse eficaz. Se ajusta muy bien a las circunstancias modernas de enseñanza.

Chadwick nos presenta la tecnología educacional, que ha sido descrita como el enfoque de sistema y la aplicación de un conjunto de conocimientos científicos al ordenamiento del ámbito específico conocido como educación, y especialmente al que se denomina sistema de educación formal. Es el desarrollo de un conjunto de técnicas y de conocimientos y prácticas para hacer funcionar las escuelas como sistemas educacionales.

Un sistema escolar se compone de una escuela y las diversas partes que la componen. Se identifican seis partes fundamentales: estructura (ordenamiento físico), procesos (acción o modificación en conductas de alumnos,conocimientos,destrezas), entradas (elementos que entran al sistema para ser transformados), productos o egresos ( es el estudiante que aprendió), ambiente (provee los recursos humanos y no humanos) y realimentación (ingresa información acerca del desempeño o los resultadosdel sistema).

Existe una relación entre tecnología educacional y enfoque de sistema. La tecnología educacional es la aplicación del pensamiento sistemático al ambiente educacional. En las escuelas es el sistemático análisis, diseño, desarrollo, implantación y evaluación de cualquiera de los adelantos puestos en práctica en la escuela de modo que permitan que ésta logre sus objetivos.

 

Chadwick también nos presenta un nuevo modelo de enseñanza-aprendizaje.

El modelo de enseñanza-aprendizaje es aquel que representa los elementos fundamentales de la situación enseñanza-aprendizaje.

Introduce en primer lugar el modelo clásico o tradicional de la educación. Este modelo posee interés especial para la tecnología educativa ya que es la parte visible del sistema. La secuencia básica de este modelo es: el profesos presente le información (conocimientos), los alumnos reciben este conocimiento y lo devuelven para demostrar que lo dominan.

Este modelo fue elitista, desarrollado para educar a un grupo selecto de alumnos. Por ello este modelo tiene poca eficacia.

Se necesitan cambios en el modelo tradicional y estos cambios se pueden producir mediante el desarrollo de un modelo llamado tecnológico.

En este modelo tecnológico la educación debe estar basada en la combinación de las necesidades individuales y grupales. El docente cumple ciertas funciones para el manejo de este modelo: diagnóstico del alumno, selección de secuencias de aprendizaje, enseñanza que ayude al alumno a autodirigirse, evaluación, motivación, control de información, control de recursos, desarrollo del personal, mantenimiento de relaciones con la comunidad.

El aspecto fundamental es que el modelo tecnológico debería ofrecer considerables mejoras en la cantidad y calidad de la educación. En cuanto a la cantidad es posible que más personas de diversas regiones y diferentes edades tendrán mayores posibilidades para participar del proceso educacional. Otro beneficio será la satisfacción que sentirán padres y alumnos al participar en este programa. La participación del docente en el análisis, diseño, desarrollo e instrumentación es fundamental para este modelo.

Es esencial para la educación realizar estos grandes cambios para modernizarse. Esto es posible mediante la adopción del modelo tecnológico y sistemático.

 

EL ENFOQUE DEL TERAPEUTA

 

Este enfoque nos presenta algunas características.

En la perspectiva del terapeuta, el propósito de enseñar es el de capacitar al estudiante para que se convierta en un ser humano auténtico, que sea capaz de asumir responsabilidad por lo que es y por lo que tiende a ser capaz de tomar decisiones que definan su carácter como desea que sea definido. El docente que adopta esta perspectiva  afrontaría  las diferencias substanciales entre los alumnos abordándolas de forma abierta y directa y averiguaría como haría el estudiante para desarrollarse y experimentar su mundo de acuerdo a sus características especiales. Este docente no acepta responsabilidad por trasladar ciertos conocimientos y habilidades desde cierta fuente exterior hasta la mente del estudiante, pero sí acepta la responsabilidad de ayudarlo a hacer la elección de adquirir conocimientos de cierto tipo y apoyarlo para adquirir ese saber y utilizarlo para afirmar su personalidad. Para ser una persona educada de acuerdo al enfoque terapéutico la persona debe ser un ser humano auténtico, genuino, que toma seriamente la libertad, que comprende que uno tiene que tomar decisiones sobre quién es y qué es y aceptar la responsabilidad de tomar esas decisiones y afrontar las consecuencias. En esta perspectiva el docente se compromete a  asistir al alumno para que aprenda el tema que ha elegido., entonces el docente guía y asiste al alumno en su selección .En una clase de escritura la perspectiva del terapeuta queda bien explicitada porque es desde la escritura que el individuo logra soltarse y contar sus experiencias y de esa manera elevar su autoestima.

La perspectiva terapéutica surgió de una importante conjunción crítica social contemporánea y una nueva versión de la psicología desarrollada en oposición al conductismo y los métodos experimentales. Ejemplos de esta perspectiva se reflejan en una escuela en donde los estudiantes decidían si asistían a clase o no y si preferían aprender a leer o a hacer cuentas. Otro ejemplo se observó en un docente que respaldaba enérgicamente la perspectiva diciendo que los alumnos pueden seguir su inclinación y elegir sus materias, sus horarios y sus profesores  y si los docentes enseñan lo que ellos mismos consideran importante se satisfarán adecuadamente las necesidades de la sociedad, habrá personas  más animosas e independientes y creativas y así llegaremos tener una sociedad más sensible y eficiente.

Esta posición fue considerada radical y lo es. Es tan importante el hecho de que es el alumno el que hace la elección de qué  aprender, cómo aprender y quién se lo va a enseñar. El docente  tiene la obligación de aumentar la capacidad de elegir del alumno y de ayudarlo a utilizar lo que aprende como una oportunidad para su crecimiento personal.

En la perspectiva terapeuta el docente procura alcanzar la autorrealización y la autenticidad  en la medida que se esfuerza para promover la formación de estudiantes saludables, capaces de planificar, elegir, y actuar de modos que contribuyan a su crecimiento educativo y a su  desarrollo personal.  Carl  Rogers desarrolló  las implicaciones de esa idea en la educación. Para él lo importante es el aprendizaje vivencial. Este aprendizaje está cargado de compromiso personal,  la persona en su conjunto participa de aprendizaje en lugar de absorber pasivamente lo que el docente ofrece. El aprendizaje se inicia a sí mismo, es global, influye en cada aspecto del ser del alumno. Es el alumno el que lo evalúa, el aprendizaje tiene raíces en el sentido, o sea un sentido personal  para el alumno. Por eso el alumno debe involucrarse libremente en él y el docente sólo puede guiar, sugerir, alentar. En este aprendizaje el alumno se apropia personalmente del contenido y no puede ser directamente comunicado a otro. Entonces el docente es sólo la persona que ayuda a otra a alcanzar su propio conocimiento y sus propias habilidades.

La psicología humanista es una  psicología basada en  la libertad, la elección, el crecimiento personal y el desarrollo de la salud emocional y mental. Según Marlow y Rogers, la educación contribuye de manera significativa a alcanzar esos objetivos, hay que ayudar al alumno a lograr su propia realización. La tarea del docente es conducir al alumno hacia adentro, hacia su propio yo, de modo tal que el educando pueda, en virtud de ese proceso, volcarse hacia afuera, eligiendo el contenido que ha de adquirir y a acciones que puede realizar una vez que domine ese contenido. Esta relación entre el docente y el alumno es llamada caritas educativa.

Según los existencialistas  la existencia precede a la esencia: primero somos y luego somos algo. La esencia del ser humano es la libertad. Pero hay personas que le temen a la libertad, ya que es absoluta, total, aterradora.  Pero para ser auténticos debemos afrontar la libertad, crear nuestro propio sentido y elegir nuestro camino hacia el futuro.

Como reflexión adicional se puede decir que como cada persona es singular, hay elecciones personales, decisiones que construyen el futuro de cada uno. Entonces  podemos establecer que el enfoque terapeuta es tan atractivo, tan pleno de dignidad y de esperanza  que es difícil apartarse de él.

EL DESAFIO DE LA ENSEÑANZA EN LA ACTUALIDAD

La escuela de la actualidad no siempre cuenta con alumnos deseosos de aprender y docentes afectuosos y creativos, por lo tanto esta  realidad hay que tenerla en cuenta. Las escuelas son espacios físicos con menguante población de individuos sanos. Pero eso no es todo, en el futuro tendremos un mayor número de alumnos con serios problemas. Se hace muy difícil trabajar en grupos con alumnos que no tienen interés en la asignatura, de lo que resulta que muy pocos profesores optan por una enseñanza integral. En la escuela se espera un alumno pasivo, que es superado por un contexto social abrumador. El resultado es el abandono de la escuela o el egreso de un individuo vacío.

Ni los padres, ni los profesores ni los legisladores pueden asegurar que las reformas implantadas hayan mejorado el sistema educativo  y sus resultados.

Disfrutamos  una época  de confort y tecnología increíble, pero al mismo tiempo sufrimos violencia, crimen, mortalidad infantil, intolerancia, aislamiento, apatía y disolución familiar.

Está comprobado que es positivo fortalecer las familias, la comunidad, los valores y las escuelas para que el país sea fuerte y el gasto en educación sea menor, ya que donde hay tiempo y recursos sociales no hace falta tanto dinero.

Los cinco pilares en que la educación se debe apoyar son: la familia, la cultura, la religión, la comunidad y la escuela, el dinero es un pobre sustituto de cualquiera de ellos.

Los autores analizaron el enfoque desde el punto de vista de un niño. Observaron que el estudiante va a pasar por una diversidad de profesores que lo harán reír, llorar, temer, disfrutar y desesperar. Por eso para algunos estudiantes la escuela es refugio, abrigo, comida, para otros, lugar de recreación. Pero todavía hay algunos que consideran que es un lugar maravilloso, lleno de ideas, debates, alegría, amigos y agitación. Un grupo piensa que la escuela es  simplemente aburrida. Allí está la insatisfacción del estudiante que es común en todos los países y abarca no sólo niveles primarios, secundarios sino también universitarios.

Es imposible contener a los alumnos en contra de su voluntad pero más difícil es sacar ese espíritu de desesperanza que embarga a muchos de ellos que  consideran que en poco tiempo morirán, según un serio informe titulado Code Blue: United for a Healthier  Youth.

                                         ¿Qué significa enseñar y qué es aprender?

Según Heidegger la tarea fundamental del maestro es permitir aprender al alumno, despertarle la curiosidad. Aprender a prender es el elemento que siempre tiene valor.

Aprender es descubrir cosas, incorporándolas y haciendo que eso que se incorpora sea parte de uno mismo. Hay dos clases de aprendizaje: en un extremo tenemos el aprendizaje memorístico, sin sentido y en el otro el significativo, sugerente, experimental.

El aprendizaje significativo tiene una implicación personal, es de iniciativa propia, es difuso y es avalado por el alumno. Su esencia es la significación. En el aprendizaje significativo se combinan lo lógico y lo intuitivo, el intelecto y las sensaciones, el concepto y la experiencia, la idea y el significado.

En conclusión, el sistema educativo está sufriendo pero también hay profesores, alumnos, padres y responsables educativos que hacen todo lo posible para salir adelante

 

EL ENFOQUE DEL LIBERADOR


De acuerdo a lo descrito por los autores el enfoque del liberador de la enseñanza pone en primer plano el contenido. Este estilo de prestar menos atención a las habilidades docentes específicas o a los estados psíquicos y emocionales de los alumnos exige considerar el objetivo de la enseñanza, más allá del énfasis en el contenido. El mero énfasis en el contenido no lo hace a uno un liberador, además hay que procurar liberar la mente del estudiante de los límites de la experiencia cotidiana, de la inercia y la trivialidad de la convención y del estereotipo. Este enfoque parece describir el conocimiento en un elevado nivel de complejidad. La manera de dar la clase está en gran medida influida por el contenido mismo. El profesor espera que sus alumnos lleguen a ser investigadores escépticos, críticos, porque es una actitud previa necesaria para llegar a ser un buen científico. A fin de que los estudiantes aprendan a pensar de este modo, es necesario que vean que otro lo hace así. El profesor debe servir como modelo para los estudiantes.


Las "maneras" en la enseñanza

La manera de ser del docente es esencial porque determina que el conocimiento y la actitud que el alumno debe aprender liberen su mente o simplemente la paralicen con datos y habilidades insípidas e irrelevantes. El docente debe mostrar ciertas maneras o modos coherentes de conducta, llamar la atención hacia ellas y alentar a sus alumnos para que las imiten. Cada campo disciplinario normalmente tiene una serie de maneras, de principios de procedimiento que son los que convienen a ese campo. La manera de enseñar no solo está bajo la influencia de la naturaleza del contenido, sino que también recibe la influencia de la complejidad del mismo. Un contenido poco elaborado le deja al docente muy poco campo y poca profundidad para desarrollar sus maneras, aunque en este enfoque hay muchas menos probabilidades de llegar a este resultado porque se pone particular acento en la calidad del contenido.

También existe lo que podríamos llamar la manera general. Su forma y su carácter no dependen de los diferentes terrenos o materias; resulta aplicable en todos los campos. Esta manera general habitualmente se agrupa con el título "virtudes morales e intelectuales". Entre las virtudes morales están la honestidad, la integridad, la disposición imparcial y el trato justo. Entre las virtudes intelectuales están la racionalidad, la amplitud de espíritu, la valoración de las pruebas, la curiosidad, un hábito mental reflexivo y el escepticismo prudente.

Cada una de estas virtudes denota una manera de actuar que según los liberadores debería ser característica de toda la enseñanza. En realidad estas virtudes morales e intelectuales se consideran una parte del contenido. El alumno debe adquirirlas del mismo modo en que debe adquirir el conocimiento y la aptitud en cada disciplina. El liberador desea que el estudiante  adquiera  la  manera  tanto como el contenido, porque el contenido sin la manera no será liberador.

Puede resultar difícil entender como la manera llega a formar parte del contenido, porque no puede ser enseñada a los estudiantes directamente, a diferencia del conocimiento, las habilidades y la comprensión. Pero hay otro tipo de resultado del aprendizaje, llamado "rasgos de carácter" que se enseñan con el ejemplo y que deben ser parte de la manera de ser del docente. Aprendemos rasgos de carácter cuando otro nos los muestra y nos entrena en ellos, alentándonos o recriminándonos según corresponda.

Un docente inclinado hacia el estilo liberador cree que el alumno solo puede desarrollar y liberar su espíritu si adquiere saberes y comprensiones esenciales, combinados con los rasgos morales e intelectuales del carácter que más se ajusten a esos conocimientos.
El liberador establece algunos controles estrictos sobre lo que cuenta como saber y comprensión, y sobre lo que es adecuado para el currículum.
Hirst sostiene que el conocimiento puede dividirse en siete formas. Estas son: matemática, ciencias físicas, ciencias humanas, historia, religión, literatura y bellas artes, y filosofía. Hirst afirma que estas siete formas o dominios cubren todos los tipos de cosas que, como seres humanos, podemos llegar a saber sobre el mundo. La mejor educación es aquella que inicia a los estudiantes en estas formas de conocimiento.
Además de interesarse por saber cuáles son las formas apropiadas de conocimiento, el liberador también estipula cómo deberían enseñarse esas formas. Para este autor, una forma de conocimiento es un sistema conceptual coherente que la humanidad ha desarrollado colectivamente a través del tiempo a fin de dar sentido a áreas particulares de la experiencia humana.
Además de estos conceptos clave, cada forma de conocimiento, tiene una estructura lógica distintiva propia, un conjunto de habilidades y métodos especiales para elaborar enunciados significativos   en  esa  forma  y  una  serie  de normas  únicas para  comprobar y  juzgar públicamente esos enunciados.
A medida que crecemos y nos desarrollamos, experimentamos el mundo que nos rodea. La información y los datos entran en nuestra cabeza por nuestros sentidos. Y podemos hacer una diversidad de cosas con lo que entra en nuestra cabeza; por ejemplo descartarlo, almacenarlo por un lapso breve, evaluarlo, reflexionar sobre ello, elaborarlo, conectarlo con otras cosas y quizás crear una nueva información con ello. Evidentemente, todo lo que ocurre en el interior de nuestro cerebro tiene una influencia en la información o "ingreso" que seguimos incorporando a través de los sentidos. Como filtramos, procesamos y estructuramos ese ingreso es un asunto crítico para el liberador. En esta perspectiva se considera que las formas de conocimiento que mencionamos anteriormente están entre los medios más elaborados para dar una estructura a la experiencia. Estas formas de conocimiento no están compuestas simplemente de datos, cifras y fórmulas; son ideas clave o centrales, estructuras lógicas distintivas, métodos de indagación, y normas de juicios públicamente sustentadas. Si aprendemos estas últimas características de las formas al tiempo que aprendemos los datos, las cifras y las fórmulas, realmente hacemos del conocimiento la base para liberar la mente de los límites, engaños y convencionalismos de la experiencia corriente, no estructurada.

La estructura del contenido, de acuerdo con Hirst y muchos otros teóricos de la educación se revela atendiendo a los conceptos clave de una norma dada, a sus estructuras lógicas distintivas, a sus métodos para emprender las investigaciones formales y sus normas para comprobar y juzgar hipótesis y declaraciones. De ahí que, en esta perspectiva, adquirir una disciplina es aprender sus ideas principales, comprender su estructura lógica, estar capacitado para emprender indagaciones controladas dentro de su esfera de experiencia, y saber que determina el mérito y el valor de nuestros descubrimientos y producciones.

CONCLUSIÓN

 

Como apreciación personal, teniendo en cuenta lo expuesto por los autores mencionados, no existe un enfoque de enseñanza mejor que otro. Para que nuestras clases cumplan con su objetivo final, el de educar a nuestros alumnos, es necesario tomar lo más útil de cada enfoque para ser aplicado de acuerdo a las necesidades de ellos.

Podemos decir que:

El enfoque del ejecutivo mide los resultados del proceso de aprendizaje en términos de resultados/productos. El enfoque terapeuta tiene como marco teórico el de la psicología humanista  (sentido y libertad, sentimientos y emociones, intuición, cuidado y experiencia subjetiva y espiritual). La psicología humanista se enmarca en el existencialismo. Llegamos a ser algo cuando enfrentamos el mundo y nos abrimos paso frente a él.  Y por último, el enfoque del liberador tiene como propósito crear conciencia de dominación en los oprimidos de modo que estos puedan liberarse.

Las fronteras entre los diferentes enfoques no estarían tan delimitadas. La eficiencia, la organización, la capacidad de sistematización y la claridad conceptual del ejecutivo podría estar presente simultáneamente junto a la sensibilidad y la empatía del terapeuta cuando el contenido o la circunstancia lo demanda. Y finalmente la actitud ejemplar del liberador y sus elevados ideales no tienen por qué ser excluyentes. Un profesor que enfatiza la profundidad y la complejidad del contenido, puede a la vez promover una formación integral sin dejar por ello de desarrollar la clase con eficiencia, ni descuidar tampoco la dimensión formativa de su tarea y las necesidades individuales de los alumnos. Sólo es cuestión de saber combinar cada aspecto necesario de cada enfoque para que la clase pueda ser aprovechada tanto por alumnos como por docentes.

 

Bibliografía:  

&    APPLE Michael y KING N. ¿Qué enseñan las escuelas?. En GIMENO SACRISTÁN Y PÉREZ GÓMES, La enseñanza: su teoría y su práctica. Akal, Madrid, 1983

&    CHADWICK C. B. El enfoque de sistema y la tecnología educacional. En Tecnología educacional para el docente. Barcelona – Buenos Aires –México, Paidos, 1992.

&    FENSTERMACHER Gary y SOLTIS Jonas. Capítulo I: Enfoques de la enseñanza; Capítulo II: El Enfoque del Ejecutivo; Capítulo III: El Enfoque del Terapeuta y Capítulo IV: El Enfoque del Liberador. En Enfoques de la Enseñanza. Buenos Aires, Amorrourtu Editores, 1998.

&    GIROUX Henry A. Introducción. En Los profesores como intelectuales. Hacia una pedagogía crítica del aprendizaje. Paidos, Barcelona, 1990.

&    ROGERS Carl y FREIBERG Jerome. El desafío de la enseñanza en la actualidad. En Libertad y creatividad en la educación. Barcelona – Buenos Aires – México, Paidos, 1996.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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